domingo, 31 de octubre de 2010

Human Remains 1998 Jay Rosenblatt

Jay Rosenblatt
Human Remains 1998

Este documental usa como recurso el material de stock, material perdido y olvidado para darle vida a personajes que hoy no existen pero que cambiaron el curso de la historia mundial banalizándolas.

Jay Rosenblatt nos presenta un documental editado de forma impresionante para contar la historia de algunos de los dictadores más importantes del siglo pasado: Adolf Hitler, Benito Mussolini, Joseph Stalin, Francisco Franco y de Mao Tse Tung, precisamente usaré como ejemplo a Franco cuyas imágenes nos muestran de forma satírica la vida frívola de uno de los personajes más importantes en la historia moderna de España.

El documental pretende desmitificar o más bien hacer pública la vida y los datos íntimos de estos personajes; de cierta manera los humaniza, los satiriza como con Franco al ser doblado por una voz española que comenta que su vida era rutinaria, y nos cuenta casi en secreto sus gustos y manías, la voz en off es apoyada algunas veces por la imagen y en otras muestra otras cosas, convirtiéndose la voz en apoyo de la imagen.

Algo que me pareció interesante del documental es la forma en que cada individuo cuenta su historia, una historia que tal vez sólo en sus diarios o escritos personales se podrían encontrar. Rosenblatt revive por momentos a personas que han causado temor, nos hace sentir escalofríos, nos muestra que el material de stock olvidado puede ser un recurso muy importante para contar la historia.

Noche y Niebla 1955 Alain Resnais

Alain Resnais
Noche y Niebla 1955

Alain Resnais nos muestra una obra magnífica en este documental, nos muestra una nueva cara de la Segunda Guerra Mundial, contrarrestando la que estaba distorsionada y no muy apegada a la realidad, haciendo que el documental cobre vida propia al ser narrado por un participante de los hechos, desde el interior de los campos de concentración a la pantalla.

Resnais es un maestro por la forma en que nos introduce poco a poco la verdadera trama del documental, juega con el pasado y el presente, usa como recurso tanto el color como el blanco y negro pero no para hacer referencia a un pasado o a un presente, sino separa el lugar de los hechos, pretende hacernos sentir en el lugar, no solo como espectadores sino haciéndonos parte de estos años después de la liberación.

El manejo del tiempo es excepcional, no muestra nada que no quieras ver, al transcurrir el filme vamos conociendo más y más de la vida dentro de un campo de concentración, nos muestra el lugar, los usos, pero ¿qué da más temor? Las imágenes del presente que refieren un pasado de tormento, o las imágenes que muestran la cruda realidad antes no mostrada.

A mi parecer las imágenes del presente dan más terror, el manejo de la imagen hoy en día nos ha hecho de piedra, por lo tanto imágenes de cuerpos, de cabezas forman parte del día a día y no sorprenden tanto como lo hacían antes.

Ahora queda el recuerdo, como en una de las imágenes que más me tocaron: el de las bacinicas, un lugar íntimo supuestamente, inicia con un close up de un hoyo, y va abriéndose hacia un plano abierto donde nos muestra la línea casi interminable de letrinas; Resnais de esta forma nos pone en el lugar y nos hace pensar en la situación que vivieron los prisioneros desprovistos de toda humanidad, nos acerca a ellos, nos duele su sufrimiento, nos arremete con las imágenes crudas de lo que fue el terror del siglo XX en Europa.

Resnais toca fibras que pocos han logrado tocar. Otra imagen que me violenta es la que muestra lo que era una sala de experimentación, un laboratorio humano, la muerte está ahí, no se necesitan pasar cuerpos o cabezas cortadas, simplemente el terror de saber que ahí murieron millones de personas sin culpa alguna. El presente se junta con el pasado en este increíble documental, en el que por primera vez se intercalan imágenes de color con blanco y negro, haciendo a Resnais el pionero en el uso de la técnica.

De forma auténtica, critica y precisa, Resnais logra un documental maravilloso, digno de mantenerse en la historia, una muestra clara y honesta del terror sufrido por millones, contado por pocos.

Let Each One Go Where He May 2009

Ben Russell
Let Each One Go Where He May. 2009

Recreando el viaje que sus ancestros tuvieron que enfrentar para obtener la libertad, dos hermanos emprenden un viaje a través de las afueras de Paramaribo, pasando por unas minas ilegales, el Río Suriname -que es una auténtica metáfora de la vida-, dirigiéndose hacia una dirección sin poder volver; llegan a una aldea y al final regresan al Río Suriname siguiendo su camino hacia la libertad. Russell acertadamente deja el documental sin diálogo, nos presenta un sonido directo que crea un ritmo hipnotizante, lo cual nos hace sentirnos más parte del recorrido.

Ambos hermanos se presentan de forma casual, iniciando de un plano abierto sin movimiento para dar inicio a su travesía con un magnífico steady-cam por las afueras de la capital de Suriname, excolonia Holandesa y Británica que consiguió su libertad en 1975.

Para el camarógrafo claramente fue un reto, que si bien supo sortear, por momentos se llegaban a dar signos de órdenes y acciones claras para los requerimientos de las tomas y el camino a tomar, esto sin dejar a un lado la gran coreografía que crearon los hermanos al entrar y salir de cuadro mágicamente para reencontrarse en su caminar hacia el río.

En el transcurrir de los 13 rollos de 10 minutos cada uno, Russel nos hace testigos casi presenciales del viaje. Cada rollo nos presenta una etapa diferente, la travesía pasa por la explotación de las colonias representada en las mina, la indiferencia ante la naturaleza heredada por los colonizadores, invasores de lo natural, la pérdida de la conciencia y la ofensa hacia la tierra cortando los árboles y disparándole a la vida que se encuentra en el hábitat.


Un ritual que parece encarnar a sus antepasados enojados, cansados, irritados; tal vez hicieron algo malo, pero hay perdón, la fiesta sigue, los demonios se esfuman y el camino continua como la vida, hay que seguir, los hermanos siguieron por el río ahora como sus antepasados, sólo queda el sonido del río y los remos de madera que parecen darle ritmo a sus vidas, el Río Suriname los lleva como a sus antepasados hacia su libertad.

Fake Fruit Factory 1986 Chick Strand

Chick Strand


Fake Fruit Factory 1986

Pasado, presente y futuro, Chick Strand nos trae un filme documental muy íntimo mostrándonos la vida de unas mujeres trabajadoras en la frontera de México. Strand retrata con close-up’s el trabajo diario de un grupo de mujeres en una fábrica de frutas falsas, se hace y nos hace parte de ellas con el manejo de las bellas imágenes de las frutas siendo creadas, mientras que el chisme de lo que conocemos como mujeres argüenderas se escucha de fondo, sus conversaciones son indiferentes al filme más logran generar empatía con ellas, te hacen parte de su grupo al permitir a Strand tomarlas en momentos como estos, donde la confianza es primordial, esta cercanía ganada con el paso de los días, que hace evidente que Strand entró al centro del grupo de mujeres y se hizo parte de ellas, se entendieron.


Relación de empleador y empleado son cuestionados a lo largo del film, pero la crítica no se queda ahí, la cuestión racial también está incluida: él americano, ella mexicana, ¿quién toma provecho de quien?, algo común hoy en día. En este caso Strand se enfoca en las mujeres pero hace crítica general ante la situación de explotación de mano de obra de parte de los americanos hacia los mexicanos.

La convivencia las hace familia, el trabajo formal es olvidado, no existen normas que las limiten o las hagan trabajar de una manera, una forma no convencional de trabajar, todas sentadas en grupo ayudándose unas a las otras, apoyándose en todo momento. Llegó el momento de divertirse, el patrón las invita a un picnic ahora tradicional, las risas proliferan en el filme, la alegría una característica de estas mujeres.

Chick Strand nos muestra un filme documental con un toque irónico –hasta por la elección del producto, frutas hermosas pero al fin falsas, el arte de la simulación-, de cierta manera satírico, el patrón se desaparece pero la suerte acompaña a su amante y sus trabajadoras, el negocio prolifera junto con la alegría en estas mujeres. ¿Qué tantas frutas falsas se producen en la relación de patrones “gringos” y obreras mexicanas?.

Reassemblge 1982 Trinh T. Minh-ha

Trinh T. Minh-ha

Reassemblage. 1982

Trinh T. Minh-ha nos muestra una mirada cercana y precisa de lo que es realmente la vida de Senegal, enfocándose más en la vida de las mujeres y niños, con una mirada hasta cierto punto feminista.

El filme nos muestra imágenes intercaladas de la vida cotidiana de las mujeres ante la ausencia de los hombres, con animales muertos, algunas veces acompañado de sonido ambiente o voces en off que expresan ideas de la autora que pareciera no tener sentido con la imagen.

Trinh T. Minh-ha también nos muestra una desnudez noble, le quita lo pornográfico y hasta cierto punto lo hace tierno, los niños desnudos como los pechos de las mujeres que no muestra pena alguna, su cultura se los permite, no hay prejuicios y lo muestra, ofrece una cara feliz, bien nutrida, alegre, contrarresta la imagen interpuesta por otros documentales y nos quita la vieja imagen de una África desolada.

Porque en el mundo femenino, aún en África, la alimentación, el bienestar, la paz, ronda alrededor de las mujeres.

Cannibal TOurs 1987 Dennis O'Rurke

Dennis O'Rourke
CANNIBAL TOURS. 1987

¿Quién es el extraño? Una pregunta que surge a partir de este filme donde un grupo de turistas visitan Nueva Guinea, emprenden viajes adentrándose en la selva para hacerse de nuevas culturas. Este filme refleja, al contrario, como el turista se convierte en auténtico colonizador de culturas, que sin mosquete por si con una cámara fotográfica, le roba el alma a las tradiciones.

A O’Rourke sólo le interesa ser un simple observador de dos culturas, los “primitivos” y los “turistas”. En este encuentro se supondría que ambas partes deberían obtener un provecho, pero no es así, como dice una de las vendedoras en la aldea, cuando se queja sobre la gente blanca, los turistas, diciendo que ellos tienen el dinero y que deben de comprar sus cosas, aún cuando se trate de amuletos de sus ancestros, tienen valor, pero también pueden ser vendidos por unos cuantos billetes.

Los turistas sólo llegan a preguntar sobre las artesanías y pagan precios menores a los que deberían o simplemente no las compran; ¿pagar por una fotografía? lugares ceremoniales y espirituales se plasman en el celuloide de los turistas para convertirse en un simple recuerdo, los aldeanos reciben el dinero pero de forma extraña y muy a su pesar, saben que lo necesitan en un mundo globalizado, otro tema que toca el filme.

Al transcurrir el filme, la cámara o el espectador, va cambiando de lado al pasarse del ser turista a empatizar con los aldeanos, nos identifica con ellos y deja al turista como el extraño invasor, lo hace ver mal, ¡y cómo no!, si todos lo hemos hecho, visitamos lugares sin saber realmente de ellos, O’Rourke nos muestra la verdadera cara del turismo, un caníbal de culturas, de tradiciones, nos hace reflexionar sobre el verdadero significado de las culturas y el por qué del hambre del turista por devorar lo que no le pertenece, lo “exótico”. ¿Quién es el extraño?


Jean Rouch



Como sabemos Robert Flaherty es considerado padre del documental, pero no podemos dejar a un lado a Jean Rouch a quien podríamos considerar una gran figura dentro del documental etnográfico. De hecho, incluso se compara con aquél al aceptar la forma en que éste procura realizar sus documentales, con ayuda de los actores principales -si es que podemos llamarlos actores-, protagonistas de su propia historia. Rouch no sólo los toma en cuenta sino también se hace parte de la historia, sin aparecer en ella, pero llevándonos poco a poco al ritual fílmico-etnográfico a través del ojo de la cámara.

Jean Rouch pretende introducirnos a una cultura desconocida para el mundo de occidente: la cultura africana. Con distintos filmes nos hace parte de ésta y nos muestra, si bien con una mirada penetrante y accionaria, una cultura en pleno desarrollo evolutivo.


LES MAÎTRES FOUS. 1955.

Los amos locos es un filme donde Jean Rouch nos presenta una secta dentro de la ciudad de Accra llamados “Haukas”. Nos muestra uno de sus rituales, nos introduce a su secta, nos hace parte de ella a través de las tomas con cámara en mano que presentan a Rouch como pionero en esto.

Poco a poco van llegando todos a la ceremonia que toma curso el domingo por la tarde; como protocolo, al iniciarse se presentan a los nuevos integrantes, uno de ellos por azares del destino se inicia en ese momento, la confesión pública le sigue para dar paso a la posesión, donde los nuevos, los culpables y los presentes del ritual son poseídos poco a poco por los verdaderos Haukas, éstos representados por jerarquías de las tropas de colonizadores ingleses que hasta ese entonces permanecían en Niger hasta su independencia en 1960.

Al estar todos poseídos, el ritual principal se inicia: la purificación, animales sacrificados, -entre uno de ellos un perro, un animal que supuestamente no se puede comer-, la discusión después del sacrificio. En una mesa redonda llamada por el Capitán, se discute si el perro debe ser ingerido cocinado o crudo, y la resolución es comerlo cocinado. El gobernador, como figura principal, da el ejemplo de cómo cortar al perro y cocinarlo, sólo para que el comandante malvado se quedara con la mejor pieza y así compartirla con el conductor de la locomotora.

Rouch con su cámara en este punto no es testigo, ya forma parte del ritual, se ha introducido tan profundamente que cuando proyectó por primera ves el filme a la secta éstos entraron en trance de nuevo. Pero ¿qué pasa con nosotros los occidentales?, no logramos entender a estas personas que por momentos se ven tan normales, ¿cómo llegar a esta transición entre lo real y lo mágico?, el ritual y la cotidianidad, lo hacen parecer tan normal que nos dejan con grandes dudas, ¿a dónde fueron nuestros rituales? ,¿Nos hemos olvidado de dónde venimos?.

Rouch nos muestra en una imagen muy simple de la primera carretera pavimentada, en Accra cómo la tierra retoma lo que es suyo, nos muestra una vida que gira en ciclos y nos devuelve a nuestro origen.

JAGUAR (1967)

Qué tan diferentes somos los occidentales de los africanos, la búsqueda de la evolución, Rouch nos presenta a tres jóvenes que salen de su natal Sonhay, en Níger, para buscar, además de una mejor economía y aventuras, la conquista del ser, convertirse en hombres y héroes de su pueblo, dirigiéndose hacia la costa de oro donde poco a poco se irán abriendo caminos y fama.

Lam, Illa y Damouré parten caminando hacia su destino final en Ghana. Paso a paso van conociendo la geografía, las culturas, las políticas y la sociedad del norte de África pero sin dejar atrás al espectador. Rouch nos hace parte del viaje al contarnos la historia a través de dos formas, voz en off e imágenes; ¿la imagen apoya al sonido o viceversa? La forma en que se narra este documental con la voz e off podría parecer un apoyo ante las imágenes, pero las imágenes también hablan por sí solas, Rouch separa del sonido el significado de la imagen, ésta ultima nos hace parte de la conversación en off.

Me siento identificado con el filme de cierto modo porque yo también tuve que emigrar a la ciudad de la provincia, no a tal grado como estos jóvenes pero Rouch le da un toque personal, el mismo lo vivió, lo sabe retratar de manera precisa y nos lo muestra claramente en este filme.

Rouch usa la cámara como una especie de arma para crear las situaciones que se presentan a cada paso del documental, se crean momentos increíbles que nos hacen sentirnos tan igual a otras culturas que no conocemos, también nos mantiene en una línea delgada entre el sentimentalismo y lo misterioso, culturas que se basan en lo mítico y les resulta.

Cuando cada quien tiene que tomar su camino -un momento muy importante en el filme- la unión se quiebra y cada quien va hacia un destino azaroso predicho por uno de los magos más importantes de la zona de Wanserbé llamado Zohantié. Los tres amigos parten hacia ciudades diferentes, así Rouch no sólo nos presenta la vida de los jóvenes viajeros sino una pizca de diferentes culturas, que en su tiempo fueron colonias de Francia e Inglaterra: al final, en África, como se dice en la película, solo estuvieron para robar lo que no era suyo.

Otra cosa que me pareció interesante en la diversidad de culturas que nos muestra Rouch en el documental es el respeto entre ellas, como cuando se encuentran con los Sombas que acostumbran andar desnudos, no existen la pena al cuerpo, no hay tapujos ni prejuicios, sólo comentarios al aire y en off, haciéndonos de nuevo parte del filme, como si nos contaran un secreto al oído.

Rouch nos comparte cómo las culturas africanas en sus rituales incluyen bailes, como se muestra en la imagen donde bailan con un ataúd, no le tienen miedo a la muerte, muy diferente a los occidentales, cuestión que Rouch nos comenta en una entrevista y quiere hacer obvio dentro de sus filmes.

La suerte está de su lado, unos más otros menos pero todos victoriosos, Damouré es el que mejor empleo consigue y, por lo tanto, mayores riquezas, más lo único que presume es el haberse convertido en un “jaguar”, un seductor, un Zazueman, pero sin olvidar jamás a los amigos. Así nos ofrece la imagen en la que se reúnen sus compañeros -ahora agregado Besso-, quienes dirigen una boutique en la que la habilidad para vender de Damouré se hace visible ante los demás. Como se había dicho anteriormente en el filme, se necesita ingenio para seguir adelante.

Rouch una vez más nos encanta con la creación de un documental etnográfico que, si bien en momentos usa como recurso tomas de otros documentales, no pierde el sentido en la imagen al conjugar técnicas que lo hacen grande y a nosotros nos enseñan muchas cosas, no sólo fílmicamente sino culturalmente.

La pyramide humaine. 1961


Al inicio del filme, Jean Rouch nos introduce literalmente a los personajes que formaran parte de un experimento, al mismo tiempo que explica las bases para el desarrollo de éste. La improvisación y libertad fueron parte del rodaje al desarrollarse conflictos que poco a poco nos presentarían una historia de amor, odio y reflexión, incluyendo el racismo dentro del odio.


Rouch nos da una lección de vida en este documental al poner a jóvenes de diferentes razas dentro de este experimento, el desarrollo del film se basa en las interrelaciones que logran formar estos estudiantes de ambas razas; a partir de dos personajes principales, por llamarlas así, Nadine y su contraparte Denise quienes llevarán la rienda de las acciones que obviamente Rouch ha provocado.




Nadine recién llegada a Abidján para pasar el verano con su padre, es la principal causa de los conflictos, ella sin darse cuenta y pensando que sus acciones no tendrán repercusión, se sumerge en una red de flirteo con sus compañeros tanto africanos como europeos, provocando en éstos una serie de peleas, discusiones y en algunos otros sueños e ilusiones. En contraparte, Denise procura llevar la situación madura y tranquila, paso a paso, su interés por el estudio y sus creencias políticas son mayores, por lo tanto su accionar es más maduro ante los conflictos que Nadine, sin darse cuenta, provoca, llevándola a enfrentar a Nadine con una verdad que no veía.

Las reflexiones van evolucionando con el film, la diferencia racial en un principio es obvia, para el final no importa el color ni el lugar de procedencia, todos están en el mismo lugar y en el mismo momento compartiendo experiencias y vivencias que Rouch ha propuesto de manera romántica. Los conflictos no son sólo raciales, el amor también influye entre estudiantes del mismo color, el deseo y la pasión los hace enfrentarse en ciertos puntos a palabras y otros a golpes, sin embargo es la misma razón, el deseo sexual.

Mas allá del color o el amor, las relaciones personales se hacen difíciles por el contexto social, la historia de cada quien le hace reaccionar diferente ante las situaciones que Rouch planteó desde un principio, improvisación, actuación, no importa qué es real y qué es inventado, para los protagonistas y Rouch la experiencia quedó ahí, en filme, en la historia y nosotros fuimos espectadores de un ritual que Rouch supo crear de manera fantástica.