THE ATOMIC CAFE 1982
Este documental nos muestra parte de la historia de Estados Unidos ante la era de la bomba atómica. Con el uso de imágenes obtenidas de material de stock de televisoras, de pruebas militares, propaganda y filmes relacionados, Kevin Rafferty, Jayne Loader y Pierce Rafferty presentan un proyecto que muestra la idiosincrasia estadounidense respecto de un posible ataque nuclear, que por supuesto ellos iniciaron con la invención de la bomba atómica.
Al principio del documental nos muestra opiniones y entrevistas de personajes que fueron fichas claves en el inicio de la nueva era atómica, no sienten remordimiento alguno y creen que lo que están haciendo es una hazaña magnífica que si bien si cambio el curso de la historia, causo terror y dolor en millones.
Los estadounidenses se tomaron el papel de dios al nombrarse casi como mesías atómicos para la detención de una guerra, más no pensaron que lo que provocarían generaría más temor hacia las posibilidades que abrían al estallar estas bombas sobre millones. Es increíble también la forma en que el gobierno de E.U.A. logró convencer con discursos patrióticos y heroicos a su ignorante nación.
La propaganda es el medio principal, atiborrar las mentes de lo niños con un temor hacia lo que en ese momento se conocía como el arma más devastadora jamás hecha, pero ese no era su propósito, en un principio la propaganda se uso para intentar quitar el miedo y preparar a la sociedad ante un posible ataque después de que la Unión Soviética iniciara pruebas con armas nucleares.
Es irónico saber que este documental es creado por los sobrinos de George Bush y primos de George W. Bush dos presidentes controversiales de Estados Unidos, y que muestren un rostro burlón sobre lo que es la historia de su país, sus presidentes y los acontecimientos que han provocad… quién diría que años después parte de su familia podría ser parte de un nuevo documental como el que ellos lograron, porque no es suficiente ayudar y enseñar a quien criticaría hoy en día a su familia: Michael Moore. Esto me hace pensar sobre la hipocresía de la sociedad norteamericana y es un reflejo de su falta de conocimiento y sensibilidad ante las armas, la violencia y el temor que hoy en día siguen infundiendo a través de la propaganda.
No queda duda, pese al contexto que el documental es bien logrado, en la edición y montaje de los elementos, contar la historia a través de las imágenes mismas sin un narrador era lo que estos tres directores buscaban en este documento, un acierto más seria el uso de la música que hace referente claro a la era atómica que se estaba viviendo en esos momentos.
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